noviembre 28, 2008

Es duro pero no imposible


Esta es una historia basada en hechos reales:

De todo corazón espero que esto que escribo acerca de mi niñez le sirva a algún padre o madre que tenga la oportunidad de leerlos.

Hay cosas que me he olvidado y otras siguen en mi memoria tan vivas que aún sigue creando estragos en mi vida…

Lo que mas recuerdo es que en repetidas ocasiones lloraba mucho y no podían tranquilizarme por lo que optaban por sumergirme en un balde de agua helada las veces necesarias hasta que pensaran que había sido suficiente, pero solo tenía 4 años.

Con el pasar de los años y lo que posiblemente marcó mi vida fueron los brutales golpes y horribles palabras que mi padre le propinaba a mi madre, fui testigo de horrendas escenas de sangre y hematomas, pedíamos auxilio a mi abuelita que vivía en la planta alta, los vecinos siempre nos estaban socorriendo. Siempre deseábamos que no vuelva a suceder pero no cesaron los golpes, un día descubrí uno de los motivos, mi padre era infiel, y me enteré porque estuve presente en una discusión que tuvo mi madre con la otra mujer. Todo esto generó en su separación, mi madre, una mujer que no tenía educación, no sabía como mantenernos, por lo que pasábamos en las casad e nuestras tías, nos portábamos con rebeldía por lo que decidió dejarnos con nuestro padre. Mis calificaciones en la escuela y colegio fueron terribles, todos los días al llegar la noche mi padre solo nos preguntaba si habíamos hecho los deberes, luego de los cual se bañaba y se perfumaba para salir y amanecerse, por supuesto que nos dejaba encerrados en la casa, mi hermanito tenía 3 y yo 6 años, pasábamos llorando toda la noche.

Después de todo esto mi madre volvió con nuestro padre, y el ciclo se repetía, cada vez que mis padres regresaban salía embarazada, al final tuve 2 hermanitos mas.

Alrededor de mis 14 años, no soporté mas ver a mi padre borracho que le pegaba y la arrastraba a mi mamá, al tratar de defenderla, desahogó toda su furia contra mi, una golpiza que jamás había probado en mi vida, pero mi satisfacción era la de haber podido defender a mi madre. Asi mismo en otras ocasiones quiso pegarle con una escoba y tuve que lanzarle una silla, por lo que me siguió y al agarrarme me golpeó con la tapa de un motor y me partió la cabeza, a lo que reaccioné con un puñetazo en su ojo, luego fui a refugiarme a mi casa, pero él rompió la puerta, entonces mi hermano que ya estaba joven y fuerte le rompió la nariz a nuestro padre, tuvimos que huir de nuestra casa por 3 días. Y así se repetín las agresiones una y otra vez y huíamos ya no por tres días sino por semanas.

En ese lapso de tiempo que huíamos conocimos “amigos” que tenían los mismos problemas que nosotros, por lo que nos poníamos a beber, a drogarnos y salir con mujeres, se agravaba la cosa ya que tuvimos problemas con la ley por violencia callejera y estuvimos presos.

Consecuencias:

Conocí a una buena mujer con la que me casé y tuve mi primera hija, empezamos a tener problemas y me empecé a comportar como mi padre, la insultaba, le gritaba, peleábamos y la golpeaba, ella fue mi mejor amiga, hoy no que quiere ni ver, no la culpo pues merezco su indiferencia y hasta su desprecio. A mi hijita jamás le pegue, no quise hacer con ella lo que hicieron conmigo. Ella sigue siendo mi princesita… hace unos días partió con mi ex esposa a España.

Gracias a Dios conocí una maravillosa mujer, con la que tengo un varoncito, lucho a diario para no caer en la violencia a la que he sido acostumbrado. La amo y estoy haciendo mi mejor esfuerzo para romper esas cadenas de violencia y si en el pasado tuve problemas de conducta, hoy quiero ser feliz y darle a mi familia una vida diferente a la que tuve. Es duro pero no imposible.

Análisis:

Cuantos casos como este existirán? La sociedad se ha degenerado justamente porque a los niños que son los futuros adultos se los ha criado con la vara. Los hijos hacen lo que ven hacer a sus padres, esto es un hecho. En este caso anterior, lo mismo que hizo el padre lo hizo el hijo con su esposa. En consecuencia, se destruyen hogares ya que las cicatrices del cuerpo desaparecen, pero las cicatrices del corazón son permanentes.

ver cuadro de tipos de violencia

2 comentarios:

pamela dijo...

Es duro pero cierto como dice el titulo... en algunas ocasiones cuando era pequeña me escondia y nadie sabia poruqe...me buscaban por horas y horas ... pero era por miedo al mundo.. a mis padres.. por tanta violencia que existia en mi familia..

realmente me hiciste recordar algo que habia olvidado hace mucho tiempo..
Muy bueno

Anónimo dijo...

Me gusta tu ejemplo, realmente lo mejor es presentar casos de la vida real.
Nicolás